¿Por Qué Está Herida la Familia?

Recibí este mensaje, desconozco su autor, pues de lo contrario le daría con muchísimo gusto todo el crédito por tan buen artículo, que refleja con acierto algunos de los motivos por los cuales las familias están divididas y fracturadas. (Incluyo mis aportaciones intentando enriquecerlo, Gracias, gracias, gracias) La familia está fracturada no por filosofía o ideología de género, sino porque no tenemos raíces profundas de fe. Está fracturada porque tenemos invertidos nuestros valores y prioridades. Trabajamos sin descanso por una casa, un carro y unos bienes perecederos, y ponemos nuestro corazón y nuestras metas en esas cosas pasajeras y superfluas, descuidando lo más importante: A nosotros mismos, nuestro yo, nuestro niño interno, que llora en soledad. La familia está herida porque no le inculcamos a nuestros hijos el amor a Dios y al prójimo, porque no aceptamos que nuestros hijos sean personas con defectos y necesitados de corrección. Porque no toleramos que se les llame la atención, y nos comportamos como fieras cuando algún profesor los llama al orden. Está herida porque le huimos a la palabra sencillez, porque resistimos la austeridad y no toleramos la pobreza. Porque creemos que tenemos el derecho de ser servidos, pero no nos gusta servir. Porque criamos hijos orgullosos y soberbios al haberles puesto el mundo en bandeja de plata y les robamos la capacidad de aceptar la frustración y la dificultad que los enseña a ser humildes y desarrolla su carácter. La familia está herida porque no sabemos perdonar, porque no sabemos hablar sin herir al otro, porque no sabemos a ciencia cierta lo que es el amor. Porque les pedimos a los nuestros una perfección que nosotras no tenemos. Porque caímos en la trampa de considerar el matrimonio algo desechable, que podemos tirar a la basura los sentimientos, las ilusiones y los sueños puestos en la pareja, porque nos dejamos llevar por las suposiciones sin darnos el tiempo para que la otra persona también hable y nos diga que siente sin temor al rechazo o a la burla. La familia está herida porque sacamos a Dios de nuestro corazón, de nuestros hogares y lo estamos sacando de nuestras iglesias, aunque eso es bueno, Dios no debe estar encerrado, sus mandamientos, sus enseñanzas son para vivirse, lo mejor que nos ha dejado es el acto de amor más maravilloso, vino a Servir, no a ser Servido! Amar al *prójimo como a uno mismo *(próximo). Está herida porque relativizamos la Verdad, porque nunca hay tiempo para orar, porque aceptamos la infidelidad, el maltrato verbal y físico, porque humillamos a nuestra pareja delante de nuestros hijos o nuestros amigos, atentando contra su dignidad y amor propio, porque la palabra debería nos rebasa, (deberías ver esto, deberías ser de tal o cual forma, deberías haber vivido lo que yo viví, deberías ser de tal o cual forma, no hemos aprendido a vivir en libertad, nos da miedo, en ese miedo atamos a la otra persona, esclavizamos y terminamos por asfixiar una relación que hubiera sido maravillosa si hubiéramos permitido que cada quien pusiera las cartas sobre la mesa, llegar a acuerdos y asumir la responsabilidad que nos toca como pareja, sin miedo a Crecer a hacernos adultos y que dejemos nuestro comportamiento infantil que no nos deja asumir nuestra parte, porque nos enamoramos de una persona creyendo que es perfecta y cuando nos damos cuenta que no cumple MIS expectativas, se acaba el enamoramiento y escondemos el amor, entonces comienza la lucha por querer cambiar al otro porque no encaja con lo que yo “necesito”. Le pongo el pie para que no avance, me cuelgo de su pierna para no dejar que alcance sus objetivos, porque eso me da miedo, si el crece, no podré alcanzarlo y lo voy a perder, no saben que cuando hay amor, si uno brilla el otro se broncea.  La familia está herida porque hemos perdido los valores para caminar de forma un poco más recta por la vida. Porque nos hemos vuelto indiferentes y guardamos silencio ante los actos faltos de amor que se cometen a diario. (Robos, suicidios, vandalismo, enfermedades, guerras, etc). Definitivamente es tiempo de ser mejores familias, es tiempo de reconocer humildemente nuestros errores, es tiempo de dar lo mejor de nosotros mismos. Es tiempo de dedicarle tiempo a nuestros hijos, de decirles aquí estoy, de enseñarles más que con palabras con obras, que aunque la vida sea dura, siempre podrán contar con nuestra ayuda, que no nos fallan a nosotros, se fallan a sí mismos, enseñarles lo que es disciplina y responsabilidad, (sin golpes). Porque en la medida en que aprendamos a perdonar a quienes pensamos que nos han lastimado, a quienes no han cumplido con nuestras expectativas, (aún cuando seamos responsables de haberlo permitido), a pedir perdón por no cumplir las expectativas de los demás (padres, hijos, hermanos, jefes, amigos, etc), sobre todo a perdonarnos, porque no hubiéramos podido hacer las cosas de otra manera. Es tiempo de abrir las puertas de nuestros hogares de par en par, dejar entrar a Dios o a la Divinidad en quién creamos, volver al primer amor, (el amor a nosotros mismos, porque somos auténticos, seres humanos maravillosos que valemos mucho por el simple hecho de ser, de estar, de existir. Es tiempo de llenar las tinajas de vino que se agotaron cuando le dijimos a nuestros (as) esposos (as) que estaríamos con él (ella) en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en lo próspero y en lo adverso…. La familia no ha sido lastimada tan solo con la corriente de nuevas doctrinas e ideologías que tanto nos alarman. Sino que tal vez tú o yo como padres, nos hemos encargado de abrir heridas en aquellos que decimos amar con toda nuestra alma. Tal vez, hemos perdido el norte por estar buscando las cosas de abajo y olvidado las de arriba. ¡Sí, eso es! Se nos olvidó, que la meta es el cielo, que los límites los ponemos nosotros, que nuestros hijos son inteligentes, capaces, únicos, que debemos estar orgullosos de sus logros por más pequeños que éstos sean, hay que decirlo, que nos escuchen, que lo sientan. ¿Reconoces las heridas de tu familia inmediata? ¿Está herida por falta de tiempo, perdón, comunicación, infidelidad, consideración o egoísmo? ¿Tu familia extendida, está lastimada por falta de atención, cortesía, interrelación o chismes? Que tal tu iglesia o hermanos en la fe, están divididos por errores doctrinales, falta de perdón y humildad, por pecados prevalecientes, o están lastimados por la falta de crecimiento espiritual, tacto, hostilidad verbal o desengaños? Empecemos por nosotros mismos a reencontrarnos, reconocernos como seres libres, maravillosos, que nos merecemos lo mejor y que sólo yo, soy responsable de mí mismo. Hoy dejo de buscar culpables para no asumir mi responsabilidad, Hoy es el mejor día de mi vida, ayer ya pasó, no puedo cambiarlo, mañana no sé si llegaré, aunque confío firmemente en que así será, pero Hoy agradezco por coincidir en este plano Terrenal con cada uno de ustedes. Lo siento, perdóname, te amo, Gracias. Gracias, gracias, gracias!!!! Yadira Quevedo!!!!

BIOGRAFIA A MI MADRE

BIOGRAFIA DE MI MADRE
FRANCISCA MACIEL PALACIOS
(1940-(Y HASTA QUE DIOS LO PERMITA))

Francisca Maciel Palacios, nació en la Unión, municipio de Torreón, Coahuila, el 02 de Abril del año 1940, es hija de los señores Jesús Maciel Martínez (+) y María Severa Palacios Vda. De Maciel(+), es la mayor de 4 hijas, sus hermanas Magadalena, Luz y Alicia, viven en Bronsville, Texas, las Vegas y Torreón, Coah.

Desde muy niña quedó huérfana de Padre y estuvo hombro con hombro apoyando a su madre en las labores del hogar y cuidado de sus hermanas, siempre atenta, siempre fiel, trabajando sin desacanso, en el camino de la vida se permitió amar, de esos amores nacimos sus hijos, siete en número, de mayor a menor: Rodolfo, Norma, Francisco, Yadira, Guadalupe, Huguette y Gabriel, (Y por supuesto, sus cuatro nietos, quienes también son sus hijos: Gerardo, Alejandra, Abigail y Norma), ellos han sido su motor, su tesoro, sin temor a equivocame, lo mejor que le ha pasado en la vida.

Hablar de “Doña Quica”, como la llama la gente, es hablar de amor, es hablar de una guerrera, de una mujer siempre en pie de lucha, que desde muy niña empezó a trabajar, primero, para apoyar a su madre, después para sacar adelante a su familia, siempre fue una persona muy fuerte, conoció a quien fue su esposo durante muchos años, por las razones que supongan, se permitió parir a éstos 7 hijos, con miles de dificultades, de contratiempos, con muchas carencias, pero logró su objetivo, como dice: unos tontos otros locos, pero todos vivos.

Ella no supo lo que era un no, simpre luchaba por que fueran Sí, trató de darles lo mejor, aún en contra de su propia realización como mujer, porque siempre se dedicó a ser mamá. Una mamá muy criticada, juzgada, hubo quien le llamo “pend…) porque tuvo muchos hijos, pero nunca le importó, solo centró sus fuerzas y puso su alma entera y el corazón para sacarlos siempre adelante, siempre andaba con sus siete pollitos tras ella, nunca los abandonó aún por más fuertes que fueran los vientos que amenzaban con arrancarlos de su lado.

Hablar de su vida es un poco difícil, siendo su hija la que escribe, temo no ser objetiva, ella se vino de su ciudad natal, con su hijo mayor, producto del amor de un hombre al que amó, en el que confió y a quien le agradece sin duda por ese hijo maravilloso que fue su guía, su fuerza y su apoyo. Para llegar hasta el punto en que hoy se encuentra, tuvo que pasar miles de dificultades, de sufrimientos, de mucho dolor, y es que no es fácil, prácticamente todos éstos años le ha tocado ser madre y padre, trabajó sin descanso y logró que todos sus hijos siguieran en la medida de sus posibilidades un camino recto, unos logramos terminar una carrera y los otros sólo llegaron a la secundaria, pero por lo menos, logró formar grandes hombres y mujeres productivos, con gran calidad humana, con defectos si, pero también con muchas virtudes, ejemplos de ese bello ángel que es mi madre!

Laboró como mesera en un restaurante, en un paradero de trailers donde sufrió acosos y malos tratos, trabajó en la pizca del algodón, en la pizca del garbanzo, de la uva, en la que la acompañamos algunos de sus hijos un tiempito, ahí ya era una revolucionaria, hicimos un paro de trabajadores, la mayoría de ellos de allá del sur, en condiciones infrahumanas, con sueldos miserables, sin seguro social ni prestaciones, logramos, y me apunto, que dejaran de laborar y nos juntamos hasta que el capataz tuvo que llamar al administrador, se lograron acuerdos y que se les pagara un sueldo más justo, que también se les pagara el día domingo y mejores condiciones de vida, obvio está que nos despidieron, pero fue una causa justa, mi madre junto a mi hermana Norma, iniciaron una colecta de firmas hace ya muchos años, porque el seguro social dejó de dar leche en bote a las madres para obligarlas a que les dieran pecho, se movilizó a las televisoras y a la radio y se logró que las madres volvieran a tener ese derecho, hay que reconocer que la leche materna es lo mejor, pero también muchas madres trabajamos, somos madre y padre y se dificulta a veces hasta alimentarse bien y la leche que produce, no le aporta los nutrimentos necesarios a los niños. Siempre ayudó a las mujeres, incluso nos tocó rescatar a algunas vecinas que sufrían violencia intrafamiliar, siendo una niña que no pudo terminar su primaria, se esforzó hasta terminarla ya grande y pese a la oposición de mi padre.

Trabajó en casa, hacía tamales para vender, vendía productos Avon, tostadas, chimichangas y muchos trabajos más, ha sido, en el transcurso de estos años, la mejor enfermera, cocinera, doctora, terapeuta, sicóloga, albañil, plomera, costurera (ella nos hacía los trajecitos con los que salíamos en los bailables de la escuela, incluso con papel crepé o periódico ), hoy puedo decir, que aunque casi nunca hubo un abrazo o un beso en nuestra adolescencia, siempre supimos de la inmensidad de su amor con sus hechos, más que con sus palabras, sin duda alguna, mi madre es un ser humano maravilloso, que siempre hizo lo que pensó que era correcto, en una ocasión en que uno de mis hermanos andaba un poco mal, mi madre lo abrazó llorando y le dijo: En qué fallé ??? y él llorando le contestó: Tú no fallaste mamá, me fallé a mi mismo!
Mi madre es el mejor ejemplo de lo que es el temple, la fortaleza, la fe, el valor, la disposición, la buena voluntad, quien siempre está presta a ayudar a los demás, un ser humano capaz de darlo todo por sus semejantes, una mujer maravillosa a la que le gusta escribir, aunque se esconda para hacerlo, de repente en un cuadernito que guarda, se ven sus escritos, casi todos para sus hijos, no sé si algún día pueda leerlo.

Cuando algo nos dolía nos hacía tecitos, nos ponía trapos mojados para bajar la calentura, conmigo tuvo que salir corriendo muchas veces a altas horas de la noche y pedir raites para llevarme al centro de salud, sufrí de bronquitis mucho tiempo y le daba unos sustos tremendos, detrás de cada uno de sus hijos hay grandes historias que contar, pero éste es su espacio, su vida, así que me concentraré en ella.

Dentro de sus luchas, le tocó participar activamente en el PRT un partido de izquierda con el que tuvo muchos logros, al lado de un dirigente como pocos, el Maestro Josué Torres Ramírez y algunos compañeros de los que se hizo amiga, una de las personas que la acompañaron en esta lucha fueron, María Rábago(+), Silvia Nava(+), Esthela Torales (+) doña Chu (+) don Julián Castañeda, Catalina Muñoz, Doña Reyna,Doña Cristina, en fin, fueron muchas las mujeres que han aprendido de ella, la invasión Cartolandia, ahora es parte de la Colonia San Luis donde ellas iniciaron una serie de transformaciones para su comunidad, lograron los servicios de agua potable y electrificación, la regularización de los terrenos de la manzana 45A y hoy en día, están terminando la pavimentación de las calles principales de la misma.
Fue presa política, entró en directo y sin tocar baranda, nos tocó dormir frente al palacio de gobierno para exigir la liberación de los dirigentes políticos, y para para exigir derechos como agua, luz y drenaje.

Viajé con ella a algunos lugares de Sonora, apoyando sus luchas, llegamos a Álamos, Cd. Obregón y a Nogales, en una invasión llamada los Tápiros.

Creo, sin temor a equivocarme, que hay mucha gente aquí y en algunas partes fuera de Hermosillo que la recuerdan con mucho cariño y saben quien es ella.

Aprendió a poner inyecciones, a cocinar, a tejer, gracias a un proyecto de hace muchos años llamado PINMUDE, del cual muchas mujeres se vieron favorecidas, gracias a su amiga Inés Fuentes terminó este curso y se inscribió a la secundaria. Gracias a este aprendizaje es que comenzó su labor de enfermera, picando nalgas, poniendo vendajes, quitando puntos, obviamente, todo esto lo hacía por amor, incluso me tocó una ocasión en que le dió sus huaraches a una señora que traía partidos sus pies, muchas veces pagó nuestra escuela, con las vendimias que hacía, tacos dorados, chivichangas, tostadas, siempre dispuesta a ayudar a los demás, muchos de sus pagos por lo que hacía, fueron bolsas de limones, carteras de huevo, tortillas de harina recién hechas, hubo incluso gente malagradecida que le pagó con habladas, pero al final, siempre fue muy Bendecida y la hicieron más fuerte!

Doña Quica es un ejemplo a seguir, nos ha mostrado que los valores se viven, que una nalgada a tiempo nos evita muchos dolores de cabeza, que se vale caer, pero no quedarse tirados.
Fue operada el 19 de noviembre del 2010, pues tiene un corazón que no le cabe en el pecho, le colocaron un marcapasos y a raíz de eso, tuvo que detener un poco su carrerear de tantos años.
En estos últimos meses, nos ha dado unos pequeños sustos, su salud se ha visto un poco mermada, pero siendo la mujer valiente que es, sigue de pie como el Roble, agradecemos por su vida, porque Dios le siga regalando calidad de vida, porque se merece lo mejor, agradecemos por su ejemplo, por su entereza, por el apoyo inmenso en el cuidado de algunos de nuestros hijos, por su amor desinteresado e inmenso.

Tal vez no fue la vida que ella hubiera deseado, incluso quizás ni siquiera hubiera pensado en formar una familia tan grande, pero de lo que si no tengo duda, es que respetando a todas las madres del mundo, la mía es la Mejor de las Madres! Y espero en Dios nos la siga prestando muchos años más, escribir sobre una mujer tan importante no es fácil, pero cuando te toca vivir con ella, sólo pones una palabra y lo demás, viene por añadidura, esto no se acaba, porque su nombre, sus obras y su vida, seguirá siempre vivo en nuestros corazones y en nuestro pensamiento, porque con sus actos logró grandes cosas para nosotros su familia y para muchas personas que la han conocido, se escribe la presente como un acto de amor y un RECONOCIMIENTO EN VIDA, a una gran mujer, a una luchadora social de muchos tiempos, de muchas horas, de mucho amor. GRACIAS MAMÁ, TE AMAMOS MUCHÍSIMO!!!
 GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
(reeditado para compartir el día de hoy martes 03 de Enero de 2017)

Escrito en Hermosillo, Sonora el 12 de Septiembre del 2014 9:24 A.M.